ISSN-e: 2007-7335
La investigación como proceso creativo puede ser individual o colaborativa. La colaboración implica trabajar en redes de investigación, donde académicos interactúan, comparten conocimientos y experiencias, y colaboran en proyectos conjuntos. Esto puede conducir a soluciones más innovadoras y exhaustivas, especialmente en áreas como la historia de la educación. Por ejemplo, al colaborar, pueden aprovecharse mejor los recursos y el tiempo, como el acceso a una mayor cantidad de bases de datos y archivos históricos relacionados con la educación. Además, las herramientas y recursos tecnológicos permiten que la investigación se realice de manera más eficiente y en tiempo real, incluso si los investigadores se encuentran en diferentes lugares geográficos. Claramente, estos avances incrementan también la visibilidad de la producción académica y al mismo tiempo permiten una conexión más accesible entre colegas, estudiantes o bien público en general.